CARREFOUR LLEGÓ A POPAYAN

La ciudad blanca, mas por la cocaína que por su moral, está estrenando juguete. La francesa cadena de hipermercados ha llegado a la ciudad y ayer hizo su gran innauguración. Popayán, para los que no conocen, es un pueblo que queda entre Cali y Pasto. Es la sede oficial de la Semana Santa colombiana y cuna de varios personajes importantes del siglo pasado y antepasado, pero aun ninguno de este siglo.

¿Que les pasa a esta gente? ¿Nunca han visto un supermercado? Es increible la lucha por entrar a ese pinche negocio. Puede que tenga los precios más bajos pero eso no significa que haya que rebajarse para alcanzarlos. Las colas para entrar al hipermercado son más largas que las quejas a la administración municipal y eso ya es mucho decir. La gritadera, el gentío, el sudor, la prole afanosa por ver juguetes y comprar algodon de azucar, las mujeres buscando el último desinfectante y los hombres morboseando las cajeras. El pueblo es grande, tan grande que no cabe en sí mismo.

Disculpen mi dulce tono, pero hoy quería escribir con rencor. La esfera de plenitud se está desesperando.