La versión más honesta de mi día

Bitácora de Omar Sánchez, día número 9809.

9:00 a.m.
Abrí los ojos, vi el celular y volví a dormir.

9:01 a.m. - 11:00 a.m.
Interior día. Soñé que estaba en Cuba, en un edificio de apartamentos un poco destruido, entre el corredor y las escaleras. Me acerqué al marco de una de las puertas, vi que en la parte de arriba del marco había incrustada una caja de vidrio de una palma de alto que parecía tener algo en el interior. Empecé a empujar la caja hacia la derecha porque resultó ser corrediza. Imágenes de protestas comenzaron a salir en esa especie de pecera sucia y oscura. Luego aparecieron calaveras con tierra negra en el interior.

Aparecí de repente en una playa con una mujer. No sé quien es, estamos hablando y bajo del mar alcanzo a ver una mantaraya. En el sueño recuerdo con mucha nostalgia Gorgona.

11:01 a.m.
Despierto en la cama inferior del camarote de mi habitación, veo de nuevo la hora, escucho que alguien sigue en el apartamento. No alcanzo a reconocer si es Jimmy o Lina los que hacen ruido al otro lado de la puerta. Busco el pantalón que uso al levantarme y no lo encuentro. Tomo el pareo morado y me envuelvo en él. Me enrollo en él y lo ajusto dentro del boxer.

11:05 a.m. - 11:45 a.m.
Dos huevos fritos que terminaron siendo tortilla por falta de aceite, un café negro preparado por Lina esa mañana que estaba sobre la estufa y que calenté en el microhondas por 45 segundos y un pedazo de panetón. Mientras preparo el desayuno me salpico el pareo con huevo. Pienso que parece semen. Descubro que es Jimmy quien continúa en casa. A través de un muro intercambio algunas palabras con él. Pienso en ese momento que ese tipo de comunicación es necesario para superar la formalidad del buenos días y el buenas noches. Finalmente veo a Jimmy salir mojado del baño que está junto a la cocina. Lavo varias ollas del día anterior. Ordeno en la alacena los platos secos acumulados junto al lavaplatos. Limpio por encima con una esponja y jabón la engrasada y sucia estufa. Jimmy sale de casa.

11:46 a.m. - 1:03 p.m.
Llevo el portatil hasta el comedor de vidrio, tomo mi desayuno , el café ya está frio. Comienzo a ver un serie animada llamada Dr. Katz. Es una comedia sobre un psicoanalista cohibido que tiene un hijo inepto y una secretaria malhumorada. Los diálogos son de una ironía frustrante. Consigo ver tres capítulos de 20 minutos antes que la restricción del reproductor de video online aparezca.

1:04 p.m.
Llevo los platos a la cocina.

1:08 p.m.
Paso el portatil para mi cama, voy al baño y arranco una tira de ocho cuadros de papel higiénico, regreso al cuarto, me quito el pareo y el boxer. Me masturbo viendo un video de una chica que se masturba.

1:15 p.m.
Debido a la debil señal de internet inalambrico, el video carga a una velocidad menor que la velocidad de reproducción. Paro de masturbarme y reviso mis cuentas de correo.

1:21 p.m.
Habiendo terminado de responder algunos mensajes de facebook, retomo la masturbación.

1:26 pm - 2:45pm.
Eyaculo, me pongo el boxer y el pareo nuevamente, boto el papel mojado a la papelera del baño, regreso al comedor con el computador, la tabla digitalizadora y el pendrive. Termino unas viñetas que había comenzado el día anterior y que son para la clase de la noche.

2:46 p.m. - 3:09 p.m.
Lavo los platos del desayuno. Tiro las cáscaras del huevo que estaban en el lavaplatos al basurero. Limpio con un trapo el mesón de la cocina. Empieza a sonar en el computador el album Congratulations de MGMT.

3:09 p.m. - 3:38 p.m.
Regreso al cuarto, agarro la toalla, me meto al baño, cierro con llave el baño, cago mientras pienso en todo el tiempo que desperdicié en el encuentro juvenil de Popayán. La paciencia se me agota después de limpiarme el culo más de 10 veces y ver que aún sale sucio el papel. En la limpiada 15 el papel sale blanco, casi blanco. Me baño. Me afeito bajo la nariz, la barbilla, bajo el labio inferior y algunos pelos aislados de las mejillas. Me cepillo los dientes con la crema dental que sunpongo es compartida por los tres habitantes del apartamento, quito el seguro de la puerta, voy a mi cuarto y busco algo de ropa sin pensar mucho la combinación. Una de las puertas del armario tiene un espejo de cuerpo entero. Cambio los tennis que ya tenía puestos por las botas. Voy al cuarto de Jimmy pues él tiene un espejo más grande.

3:39 p.m. - 4:04 p.m.
Ajusté unos documentos para imprimir en el computador, los envié de una cuenta de correo a otra y también los grabé en el pendrive. Llevo en la mochila documentos, un paraguas, un libro,

4:05 p.m.
Salgo del apartamento con las llaves en la mano. Voy hasta el elevador y aprieto el botón. Eso hace que se encienda automáticamente la luz del oscuro corredor y pueda ver el cerrojo de la puerta para poder echar llave.

4:07 p.m.
Estando dentro del elevador oprimo el botón T de térreo (primer piso en castellano). Me pongo los audífonos, doy play al mp3. Intento adivinar el recorrido de las funciones en el mp3 pues la pantalla está dañana. Una vez play para prender, después dos veces menú, luego una vez más play y ya está sonando la música. Este sistema braile para manejar el mp3 tiene un defecto: no consigo cambiar de carpeta por lo que es preciso saltar de canción en canción para llegar a un nuevo album.

4:07:50 p.m. - 4:26p.m.
Caminar hasta la parada del bus y esperar al Jardim Maria Luiza 715-M10. En la espera suena el album Love 2 de Air. Subo al autobús.

4:44 p.m.
Bajo del bus, abro el paraguas, camino entre los carros bajo la lluvia rumbo a la universidad. Intento entrar con el paraguas abierto por la estrecha puerta peatonal. El paraguas se enreda y una de las puntas se descose. Pienso que después de las botellas de agua, los paraguas de mala calidad deben ser la segunda mayor causa de contaminación en el mundo.

4:58 p.m.
Tomo el bus gratuito que circula dentro la universidad. En él hay cinco payasos-hippies-artesanos-viajeros haciendo un show en tres idiomas: Español, Portugués y Francés. Bajé del bus cuando uno de los payasos, al parecer argentino, tocaba un serrucho con un arco de violín. Encontré que el portugués de la payasa peruana era terrible y así hubiera sido un buen portugués, no me gusta dar dinero en los buses y menos a payasos.

5:15 p.m.
Llego a la facultad, subo las escaleras hasta la oficina de inscripciones para las matrículas. El servicio es hasta las 5:00 p.m. Siento rabia por haber pasado tanto tiempo viendo dibujos animados y masturbándome. Prometo que al día siguiente llegaré temprano. Consigo hablar con la secretaria, resolver algunas dudas y pedir un formulario. El viaje no fue en vano.

5:20 p.m.
Imprimo el currículum vitae y la carta de motivación que hacen parte de la documentación en la fotocopiadora de la biblioteca. R$2.25.

5:35 p.m.
Mientras almuerzo un sandwiche de pollo con jugo de mango en el parque, R$8, veo un carro estacionarse. Baja por la puerta derecha del carro una chica de vestido corto y me imagino haciéndolo con ella. Ella baja con una silla de ruedas en la mano, le ayuda a la conductora del carro a subirse a la silla de ruedas. La conductora es una mujer muy gorda, paralítica y con una protuberancia en la cadera. Ahora imagino los problemas que debe afrontar esa mujer durante su rutina. Las dos entran a un edificio.

5:40 p.m.
Continuo comiendo el sandwiche. Un pedazo de pollo cae al suelo y dos palomas lo pican. Las palomas comen pollo.

5:45 p.m.
La chica del vestido corto sale del edificio a fumar un cigarrillo. Se nota que está muy triste, disimula el llanto. Sigo pensando en hacerlo con ella. Termino el sandwiche.

Casi las 6:00 p.m.
Enrolo algo de tabaco y fumo. Aún siguen cayendo algunas gotas.

6:27 p.m.
Después de subir al bus (tercero del día), una mujer me habla de cuanto le gusta leer, de cómo era mala en geografía y matemática y de lo mucho que le leyó a sus hijos cuando eran pequeños. Ella dijo "Uno tiene que estudiar hasta que se gradua". Yo le dije "No, hay que estudiar hasta la muerte". Ella inicia la conversación porque me vió leyendo el libro "Meditaciones sobre un caballito de madera" de Gombrich. Ella creyó que era un libro para niños. Yo intenté explicarle que era un libro sobre el fenómeno de la representación y de la abstracción en el arte. Ella sintió mi acento foráneo y la conversación cambió para tópicos más mundanos como la vida de un colombiano en Brasil.

7:03 p.m. - 8:04 p.m.
En una cafetería tomo un espresso con R$2 de pão de queijo. Sentado, jugando con el teléfono celular descubrí que puedo usarlo para tomar apuntes mentales de forma visual, escrita o sonora; osea tomar fotos, escribir textos o grabar frases en audio. Le envío a Raquel un mensaje de texto con el siguiente chiste:


Un hombre llega donde el doctor y le dice
-Doctor, mi hermano se cree gallina-
a lo que el doctor le responde
-no se preocupe, haga que tome estas pastillas y solucionara su problema-
y el hombre le responde
-No doctor, el problema es que no puede poner huevos-




8:05 p.m.
Veo entrar a Ricardo, profesor del instituto con quien tendré clase en unos minutos. Él está buscando algo en la nevera de la cafetería. Pienso que podría llamar su atención y salir juntos al salón. Prefiero no hacerlo. Me gusta ver el comportamiento de las personas que conozco cuando no son concientes que estoy presente para poder escultar cada uno de sus movimientos. Soy un observador por naturaleza.

Mi día no acaba en este momento, sin embargo el tiempo hizo que fuera olvidando la secuencia de los eventos y ya no sería justo con la veracidad de los eventos. Gracias.

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